domingo, 29 de abril de 2012

LAS ONDAS CEREBRALES



domingo, 22 de abril de 2012

KOAN (Frases que ayudan a adquirir conocimiento)


                                                 KOAN
Método de enseñanza tradicional utilizado por la escuela Rinzai en el budismo zen.O escuela Soto.
Los Koanes son  historias camufladas  que emplear expresiones o frases envueltas en contradicción.
Los maestros proponen preguntas o problemas a sus estudiantes durante el aprendizaje con se recopilan desde tiempo antiguo son los Mumonkan (son 48 koans copilados en el siglo 13 por el maestro zen chino Wumen hui-k’ai) y el Hekiganroku(es una compilación de 100 koans)
Los koans permiten al maestro calibrar el grado de conocimiento sobre el zen,  en la vida cotidiana.
Se aconseja que un maestro te guie en el estudio.Un maestro  revela  nuevas y diferentes perspectivas en la práctica del zen.El cual te hará meditar en cada una de ellas.
El objetivo final eran romper con las límitaciones mentales.
FRASES KOAN
 Maestro, ¿qué es la verdad?.
- La vida de cada día.
- En la vida de cada día sólo aprecio las cosas corrientes y vulgares de cada día y no veo la verdad por ningún lado.
- Ahí está la diferencia, en que unos la ven y otros no.
Para recobrar la naturalidad perdida hay que vaciar la mente, hay que dejar atrás todos los conceptos. Entonces la realidad se nos mostrará.
OTRA
- Maestro, ya no tengo nada en mi mente, ¿qué debo hacer?.
- Tíralo fuera.
- Pero si ya no tengo nada en la mente.
- Tíralo fuera.
OTRA
Un belicoso samurai desafió a un anciano maestro zen a que le explicase qué era el infierno, pero el monje le replicó con cierto desprecio.
- No eres más que un patán y no puedo malgastar mi tiempo contigo.
Al escuchar la respuesta, el samurai, herido en su honor, montó en cólera y con el rostro rojo de ira desenvainó su espada mientras gritaba al anciano.
- Tu impertinencia te costará la vida.
- Eso. Eso mismo es el infierno —replicó entonces el maestro.
El samurai se quedó paralizado con la respuesta y la tranquilidad del anciano y al notar en él su rabia y todo su cuerpo turbado por la ira, se quedó conmovido por la exactitud de las palabras del monje y, como le había hecho ver cómo era el infierno, se postró ante el agradecido.
Entonces, el anciano le dijo.
- ¡Y éso, éso es el cielo!
OTRA
Dos monjes iban hacia su monasterio cuando al pasar un río escucharon los gritos de una dama que pedía socorro. Era una joven que estaba en peligro de ahogarse. Uno de los monjes se tiró al agua, tomó a la hermosa joven en sus brazos y la puso a salvo en la orilla. Tras despedirse los monjes continuaron su camino. Transcurrido un tiempo el que no había hecho nada dijo:
- Deberías saber que nuestras normas no permiten tocar a mujer alguna.
- Yo tomé a esa joven con mis brazos y luego la dejé en la orilla. Tú todavía la estás cargando.
OTRA
- Maestro, ayúdame a encontrar la verdad.
- ¿Percibes la fragancia de las flores?
. - Sí.
- Entonces no tengo nada que enseñarte.
OTRA
El camino
Joshu preguntó al maestro Nanse, “¿Cuál es el verdadero Camino?”
Nansen respondió, “El camino de cada día es el verdadero Camino”.
Joshu preguntó, “¿Puedo estudiarlo?”.
Nansen respondió, “Cuanto más lo estudies, más te alejarás del Camino”.
Joshu pregunto, “Si no lo estudio, cómo puedo conocerlo?”.
Nansen respondió, “El Camino no es de las cosas que se ven, ni de las cosas que no se ven. No es de las cosas conocidas, ni de las cosas desconocidas. No lo busques, ni lo estudies, ni lo nombres. Para alcanzarlo, ábrete con la amplitud del cielo”.
Cuando tengo hambre, como; cuando tengo sueño, duermo.
Maestro, ¿qué haces tú para estar en el camino verdadero?.
- Cuando tengo hambre, como; cuando tengo sueño, duermo.
- Pero esas cosas las hace todo el mundo.
- No es cierto. Cuando los demás comen piensan en mil cosas a la vez. Cuando duermen, sueñan con mil cosas a la vez. Por eso yo me diferencio de los demás y estoy en el camino verdadero.
OTRA
Un grupo de discípulos abordaron a su maestro diciéndole:
-Maestro, siempre que te pedimos una enseñanza nos cuentas un cuento, pero nunca nos explicas el significado de ninguno.
El maestro contestó:
-Si yo un día os ofreciese una manzana, ¿os gustaría que os la masticase antes de entregárosla?

HAIKUS: Nos acercan a la experiencia sensorial de sus poetas, por ejemplo:
Silencio: el sonido de los pétalos rozándose al caer (Chora)
Las flores han caído ahora nuestras mentes están tranquilas (Koyu-ni)
Un niño mirando las flores que caen con la boca abierta es un Buda (Kubutsu)


Algunos  nos dirigen a la acción o a la disciplina:
"Seppo, dirigiéndose a la sangha reunida, dijo: "Otros maestros nos siguen sugiriendo salir del pensamiento y nos invitan a comer:
"Najrani dijo: - Si dices que puedes , estas diciendo tonterías.
Un teólogo, al que le gustó esta frase, preguntó:
-¿Puedes darnos un equivalente de esto en la vida corriente?
- Naturalmente -dijo Najrani-. Esto es lo mismo que decir que algo es ".


O a calentarnos: 
"Había un reconocido filósofo y docente que se dedicó al estudio del zen durante muchos años. El día que finalmente consiguió la iluminación tomó todos sus libros, los llevó al patio y los quemó".

O a esforzarnos, trabajar y escuchar:
"Un nuevo estudiante se aproximó al maestro zen y le preguntó cómo podía prepararse para su aprendizaje. , explicó el maestro. ". Casi podemos oír, ver, oler, saborear y tocar las flores, a los niños, el arroz, la manzana, los libros o la campana.

Es 'como si' fuéramos nosotros los protagonistas de esas escenas. De hecho muchos haikus están escritos por poetas-maestros y ellos utilizan este medio para acercar, a través de esta chispa-poema, la realidad insondable que ellos viven a nuestras fragmentadas conciencias.


koanes como metáforas con símbolo:
"Baso era discípulo de Yakusán, ya había recibido la transmisión y practicaba zazén día y noche. Un día Yakusán pasó junto a él y le preguntó: - ¿Qué quieres conseguir practicando zazén? - "Quiero convertirme en Buda" -contestó Baso. Entonces el viejo maestro cogió una teja y empezó a pulirla. - ¡Maestro! ¿Qué estás haciendo? - Quiero convertirla en espejo -contestó Yakusán".

"En un templo tibetano había un monje que no podía seguir las explicaciones de las enseñanzas, no las entendía bien porque sus capacidades intelectuales eran muy limitadas. El lama principal le dijo que quedaba excusado de asistir a las enseñanzas y al resto de las prácticas y ceremonias, sólo tenía que barrer el monasterio. Pero mientras barría debía pensar: "Mientras quito el polvo del suelo, quito el polvo de mi conciencia". Un día, alcanzó la iluminación".


"Cuando el vacío en nuestro corazón es lo bastante amplio como para que resuene bien, llega un momento en el que nuestro pequeño yo, el 'yo' ilusorio y dual, tropieza con esa rectitud que hemos instaurado en nuestra vida y ya no hay dos sino uno, ya no hay piedra y bambú sino sonido, ya no hay yo y universo,podríamos 'saborear' nuestro koán con nuestros sentidos a través de una psicodramatización simbólica donde dejaríamos que los arquetipos surjan de un desconocido interior. Saboreando la textura de la escoba, el aroma del bambú, una manzana o incluso la corteza de un árbol. Vivenciando, a través de entrar en la piel de cada elemento implicado, un 'como si' revelador y nada lógico. Aunque la realidad del koán pueda ir más allá o estar aparte de su percepción simbólica, podemos percibirlo de otra manera integrando simultáneamente varias de nuestras facultades: sentimientos, sensaciones e intuiciones, en un solo acto, en un mismo aquí y ahora".Francisco Lerín